Queremos, por lo tanto, en este nuevo proyecto detenernos y explorar esa incidencia, esa capacidad transformadora y multiplicadora que los flujos de personas y de discursos culturales tienen sobre las identidades aunque las limitaremos a las de género, políticas y nacionales. Volveremos a la hipótesis de partida de este proyecto, más adelante en la propia memoria, para vincularla a los objetivos generales y específicos de la investigación.

El marco espacial de nuestro proyecto de investigación son lugares concretos del espacio euroatlántico de salida o de recepción—España, Brasil, México, Cuba, Estados Unidos y Argentina—y también atenderemos a los espacios del propio viaje de personas y a la circulación cultural utilizando sobre todo, como en el proyecto anterior, fuentes literarias. El marco temporal es el de los siglos XIX y XX.

Los debates científicos sobre la incidencia del movimiento de personas y de textos culturales en la propia configuración de las identidades son muy prolíficos. Y son estos, vinculados a las conclusiones de nuestro proyecto anterior, los que nos han permitido formular la nueva propuesta de investigación, así como lo que creemos que son los caminos metodológicos adecuados para acometerla.

Desde los dos encuentros celebrados en Oxford y Princeton, en 2001 y 2002, con presencia de académicos europeos y estadounidenses, centrados en la necesidad de revisar la construcción de los procesos identitarios atendiendo al movimiento de discursos culturales y a los flujos de migrantes y de exiliados, se ha iniciado un proceso de revisión de las propias definiciones de identidades individuales y colectivas. La publicación de las conclusiones, de esos dos seminarios, en la International Migration Review, inició un debate que sigue vivo hasta la actualidad (Levitt, DeWind y Vertovec, 2003). Recordando que el nacimiento de las disciplinas académicas, entre ellas de la literatura y la historia, de forma paralela e imbricada a la de las propias naciones estado, ha dificultado la elaboración de discursos científicos más allá de las naciones estado, Andreas Wimmer y Nina Glick Schiller insisten que hay querevisar las concepciones de las identidades nacionales, políticas y de género, que las definían como estables (2003).

También en España, desde el artículo pionero de Carmen de la Guardia y Juan Pan Montojo, escrito como introducción a dos números monográficos de Studia Historica (16-17, 1999), que recogían las intervenciones de los máximos defensores en Estados Unidos y en Europa de la Historia transnacional, como Thelen, Van der Linden o Laurie, se abogó por la necesidad de problematizar los procesos de construcción identitaria. De alguna manera, los fenómenos de circulación, hibridación, y cambio que han caracterizado a la modernidad eran difíciles de vislumbrar al aparecer las identidades nacionales solidificadas por las propias fronteras nacionales legitimadas, a su vez, por lo que Michael Geyer denomina nacionalismo metodológico. Es decir por una práctica historiográfica en donde los historiadores, de forma explicita o implícita, consideran a las naciones estados como la forma de organización de las sociedades y la unidad básica de la historiografía (Michael Geyer,1989). Desde ellas y justificándolas a ellas se historiaba y también se escribían las historias de la literatura (de la Guardia, Pan-Montojo, 1999).

Así las identidades, sobre todo las identidades nacionales, parecían estables y se distanciaban unas de otras por fronteras reales e imaginarias que entorpecían la visibilidad de la fluidez, fragilidad, transitoriedad de identidades que transcienden fronteras y culturas. Que además están en continuo contacto, que se multiplican en el interior de las naciones, en el tránsito y en los espacios de recepción. Las identidades, como nos recuerdan antropólogos y sociólogos, se hacen múltiples y se configuran a través de migraciones, de exilios de esas poblaciones en movimiento que denominamos diaspóricas. También este continuo fluir y transitar genera distintas formas de comunidad/es imaginadas. Como nos recuerda Gupta se producen unidades de distintos tamaños, menores o mayores, que la nación que posibilitan diferentes “estructuras de sentimiento” y bases de las identidades (Gupta). Recientemente, y con el fin de huir de concepciones de la identidad o bien demasiado esencialistas o bien demasiado “fluidas” (y, por tanto, débiles como categoría analítica), Rogers Brubaker y Frederick Cooper proponían prestar atención a procesos de identificación, autopercepción y conectividad, en los que se pueden situar tanto sujetos como colectivos humanos, y que resultan más apropiados para aprehender la relación y el cambio (Brubaker y Cooper, 2000).

Por lo tanto tenemos tres distintos enfoques:

A). Un enfoque transnacional

La novedad de nuestra investigación no esta solo en el estudio de la circulación de personas y de artefactos culturales y en los cauces y soportes por los que circulan sino también en atender a esa capacidad transformadora y multiplicadora de esos flujos sobre identidades nacionales, políticas y de género. Para trabajar los flujos, los cambios, los contactos, las transformaciones que atraviesan y transcienden las fronteras nacionales un enfoque

B). Identidades en movimiento y giro espacial

Por lo tanto en este proyecto de investigación nuestras investigaciones concretas tienen una perspectiva transnacional pero la afrontaremos con metodologías propias de la historia cultural atendiendo específicamente a eso que conocemos como el giro espacial de la historiografía. Creemos que, de alguna manera, desde nuestros resultados concretos podremos hacer aportaciones, desde una base más firme, a ese debate teórico pendiente en el enfoque transnacional. No sólo nos interesa la circulación, el movimiento, el contacto de personas e ideas, sino también atender a los espacios, los soportes por los que circulan y sus transformaciones. Los espacios, como nos recordaba el geógrafo Edward Soja, son simultáneamente un producto social y una fuerza moldeadora de la vida (1989). Los espacios reflejan, se adaptan, muestran esa fragilidad, transitoriedad de las identidades atravesadas por los contactos y los flujos de personas y culturas. Son efímeros, frágiles y cambiantes. Atender a los espacios y a sus transformaciones dará luz sobre esas identidades múltiples y en movimiento que queremos trabajar.

C. La literatura y la historia

De la misma forma que en el proyecto anterior mantenemos el interés por la utilización de fuentes literarias. Si el enfoque de la investigación es novedoso, el de la historia transnacional, y la metodología esta atravesada por la historia cultural, en concreto por el giro espacial de la historiografía, las fuentes que queremos utilizar son las literarias. Mantenemos la tesis de que la literatura, tanto la literatura del yo, como la ficción narrativa, la expresión teatral, el ensayo periodístico y la poesía constituyen espacios privilegiados para la “creación, negociación y conflicto de significados sociales y políticos”, que a su vez juegan un importante papel en la configuración de “identidades hegemónicas y subalternas en el marco de unas determinadas relaciones de poder” (Andreu, 2016). Como ha explicado Isabel Burdiel, la importancia de la literatura radica en su capacidad de “desestabilizar las certidumbres y las ortodoxias, las visiones estereotipadas”, de imaginar identidades nacionales y de género, y plantear deseos, esperanzas, temores, descontentos. En definitiva, “múltiples maneras de ver y estar en el mundo”, de concebir “los papeles asignados a los hombres y las mujeres, a lo doméstico y lo público, a la moral y la ciencia”, que son fundamentales para comprender, precisamente, “la construcción de las esferas, artificialmente separadas, de lo público y lo privado, lo personal y lo colectivo, las pasiones y los intereses”. Los textos literarios no sólo reflejan una voluntad de conocer y explicar el mundo que rodea a sus autores y autoras, sino que constituyen un espacio de imaginación de lo que podría suceder, y permiten expresar deseos y transgredir las normas hegemónicas (Burdiel, 2015).

HIPOTESIS DE PARTIDA

En este proyecto de investigación se parte de la premisa de que la circulación de personas y discursos culturales tiene capacidad transformadora en las identidades dotándolas de fluidez, transitoriedad, multiplicándolas y, muchas veces, tensionando y produciendo hibridaciones en las mismas. También defendemos que el enfoque para estudiar las identidades nacionales, políticas y de género, que son las que queremos afrontar en este nuevo proyecto, es el de la Historia transnacional.

Consideramos, a su vez importante, para examinar la circulación de ideas y personas y vislumbrar los cambios que generan en las identidades, atender a los soportes y a los espacios por las que circulan y transitan los flujos humanos y culturales. Los espacios, también flexibles y cambiantes, reflejan y a su vez impulsan tensiones, dotan de flexibilidad y contribuyen a los cambios identitarios.

También en este proyecto de investigación se considera a la literatura, tanto para los autores como para los receptores de obras literarias, como un mecanismo básico de creación, a veces fortalecimiento o de crítica y resemantización de los valores que sostienen las identidades. La literatura transita a través de los espacios físicos, sociales, culturales y de género, es leída por diferentes comunidades imaginadas, y puede marchar en paralelo con los discursos hegemónicos. Pero a su vez, la expresión literaria, da cabida a una dimensión subjetiva (sueños, deseos, fantasias, prejuicios) que rara vez es recogida por las fuentes denominadas tradicionalmente como históricas. Constituye una forma de arte verbal que busca provocar emociones y reacciones en los lectores introduciendo nuevas perspectivas para el análisis histórico, debatiendo y cuestionando ideas recibidas. También es importante el carácter autorreflexivo de algunas manifestaciones literarias.

OBJETIVOS GENERALES

  1. Explorar la incidencia de la circulación de personas y de los discursos culturales que caracteriza el mundo contemporáneo en la percepción de las identidades nacionales, políticas y de género –que son las únicas que vamos a explorar en nuestro proyecto–como flexibles, movibles, múltiples y poliédricas. Verificar así, si como señalamos en la hipótesis de partida, que la circulación de personas y de artefactos culturales inciden en las identidades nacionales, políticas y de género tensionándolas, haciéndolas frágiles o alterándolas.
  2. Ratificar la importancia de la creación literaria y su difusión en la formación, fluidez, transitoriedad y reconstrucción identitarias (nacionales, políticas y culturales) explorar su validez como fuente adecuada para la historia.
  3. Contribuir conforme avancen las investigaciones al debate sobre la metodología adecuada para el enfoque transnacional en la historiografía centrándonos en nuestro proyecto en el espacio euroatlántico durante los siglos XIX y XX.
  4. Incorporar a la investigación la metodología propia de la historia cultural y del giro espacial de la historiografía siendo conscientes de que los espacios son de forma simultanea productos culturales y sociales y que contribuyen a modelar esa realidad social y cultural.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

  1. Celebración de tres seminarios, en la UAM, para unificar la apuesta metodológica del equipo de investigación y de trabajo invitando a expertos de otros grupos de investigación nacionales e internacionales para enriquecer la reflexión sobre los procesos de cambios en las identidades de género, nacionales y políticas causadas por migraciones, exilios y circulaciones culturales.
  2. Organización de seminarios internos de discusión de periodicidad bianual de los papers elaborados por los investigadores del proyecto, que serán repartidos con anterioridad.
  3. Participación con mesas y talleres en diferentes Congresos nacionales e internacionales (Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Cultura y migración de la UNAM, y en el ICA o Interescuelas) para difundir los resultados de las investigaciones.
  4. Publicación de artículos en revistas de impacto nacional e internacional o de un dossier monográfico en revista nacional o internacional de impacto como Ayer, o Literature and History
  5. Publicación de una monografía final que combine la reflexión teórica y los estudios de caso con vocación de convertirse en la monografía de referencia en el tema de la incidencia de los flujos de población y de artefactos culturales en las identidades, en el debate sobre la metodología adecuada para afrontar la historia transnacional y en el reflejo de los cambios identitarios en los espacios que las contienen.